Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

domingo, 5 de febrero de 2012

Pedro, el primer Papa, casado y con una hija

Hoy me inquieta el evangelio de hoy, del cual se puede extraer una clara enseñanza y también una curiosidad menos importante que la enseñanza, pero muy inquietante.

La eseñanza es cómo Jesús ofrece salvación a todo al que a él se acerca. Empieza el texto en casa de Simón-Pedro, donde cura a su suegra. Jesús ofrece salvación a los familiares y amigos de sus amigos, pero después se pone en la puerta, para sanar y salvar a todos los que deseen acercarse a él, ya sean judíos o paganos, hombres o mujeres, solteros o casados...

La curiosidad se me plantea con la siguiente pregunta: Si Jesús fue a curar a la suegra de Pedro, primer Papa de la Iglesia, ¿Quiere decir que Pedro estaba casado? Pues efectivamente sí, y no sólo eso, sino que además tuvo, al menos, una hija, llamada Petronila [+info]

Mucho se ha debatido en este blog sobre el celibato obligatorio de sacerdotes, pero deberíamos recordar que a Jesús no le tembló el pulso al poner como piedra de la Iglesia a un apóstol casado. ¿Es a caso estar casado una limitación para ser sacerdote?

11 comentarios:

  1. esceptico912/06/2012

    Ahora si que no entiendo nada. Entonces si el primer papa estaba casado, porque hay tanta fobia a que los curas se puedan casar o cuando se casan los echan de la Iglesia?. Una mentira más

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  2. 1. No hay ninguna fobia.
    2. Pedro estaba casado antes pero lo dejó todo para ir con Jesús. De hecho perdió la vida por Él...
    3. El celibato permite que estes TOTALMENTE dedicado a Dios, y a toda la comunidad cristiana. El sacerdote se compromete total y enteramente, con todo su ser, alma y cuerpo, para llevarnos a Dios y para llevar a Dios a nosotros. No puede, por tanto, estar comprometido con una familia de la que cuidar por que su atención y su vida entera, está totalmente centrada en lo ya dicho.
    4. Además de estas razones, existen más que vienen de lo más profundo del ser del sacerdote o religioso/a que saben vivir plenamente su vocación y que viven el celibato alegremente porque tiene sentido.

    Lo escribo aquí para ayudar a comprender. Si alguien no lo quiere comprender o si simplemente no está de acuerdo, no puedo hacer más. Desde mi punto de vista está claro y suficientemente razonado para reconocer el celibato como grande y bello.

    Por otra parte, argumentos a parte, ¿cómo es que resulta tan extraño el celibato? ¿Por qué se ve como algo tan negativo? ¿Porqué es algo tan tabú? Es un estado que se elige. No tiene nada de malo.

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  3. Perdón si se no he sido lo bastante claro. En ningún momento quiero afirmar que el celibato sea malo. Es una opción de vida muy digna, tanto para ser sacerdote como para no serlo. Quizá el problema está en la obligatoriedad de vivirlo cuando realmente no están enfrentados, y así lo entendió la Iglesia hasta el siglo X (según algunos historiadores hasta el XVI).

    Por otro lado el matrimonio cristiano no solo no es un problema, sino que enriquece al hombre de dones de la mujer y viceversa. Ambos sexos se complementan para ver más allá de lo que uno sólo no ve. No sólo se ganarían 2 manos, sino 4. No se entiende pues la justificación de la disponibilidad ni con Dios ni con la Parroquia.

    Hoy en la Iglesia Católica de oriente, en comunión con el Papa, los sacerdotes se pueden casar antes de ser ordenados. Incluso se acepta formalmente casarse, ser ordenado pastor protestante y convertirse al Catolicismo sin dejar de ser sacerdote. http://hoymeinquieta.blogspot.com/2011/05/curas-casados-anglicanos-fichan-por-el.html

    Estamos demasiado cegados en las costumbres y olvidamos que la razón histórica del celibato no es otro que las herencias y la malversación. En otras religiones como el judaísmo los sacerdotes se casan, por lo que tampoco sería extraño decir que S.Pedro estaba casado y podía combinar eso con su plena dedicación. A la Iglesia aún le faltaban 1.000 años para llegar a esa conclusión.

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  4. Yomismo Solo2/08/2012

    No es cuestión de ganar dos tres o mil manos, sino de no entregar el corazón a nadie, el celibato va mucho mas alla

    La Iglesia de oriente no tiene vocaciones, asi que no es la solución

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  5. No creo que los casados quieran menos a las personas ni a Dios que otra persona célibe. Con sus actos más bien demuestran lo contrario, se superan a si mismos para seguir conviviendo, y esa vida en comunidad los mueve a ser más sociables y cercanos a los demás.

    La única religión con problemas serios de vocaciones es la Católica Occidental. Y con problemas serios me refiero a desproporciones entre número de fieles y sacerdotes. Tampoco sé con qué datos cuentas para afirmar que en la Iglesia de Oriente no hay vocaciones, porque conozco gente de Siria y Líbano que no afirma una crisis de vocaciones allí.

    También me parecería triste abrir la puerta del "celibato opcional" sólo por una crisis de vocaciones y no por una coherencia y complementariedad entre hombre y mujer.

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  6. Yomismo Solo2/09/2012

    Adelante, me reafirmo, esto es la sexta y la cuatro

    casarte es entregar tu vida  aalguien, espero que si lo haces sepas que haces, el celibato no es eso

    si la entrega nadie la pone en duda, los juniors dais la vida, eso esta claro, pero esto es patetico

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  7. Miquel Matosses i Messeguer2/10/2012

    Estimat Yomismo Solo, no entenc perquè parles dels Júniors. És cert que els qui col·laborem amb aquesta web formem part del moviment diocesà però no crec que se'ns puga prendre com a exemples representatius del mateix. M'estranya que claves als Júniors per en mig.

    Respecte a si som la sexta i cuatro, ja no ho sé (també podríem ser el Pais) però crec que la nostra diferència més gran és el tipus d'audiència que tenim ja que crec que eres dels visitants més fidels que tenim. Moltes Gràcies, TU ens fas possible!

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  8. Emili0 Eo02/11/2012

    Felicitar Yago, por su espléndido comentario, ya podrían aprender algunos de él.
    Yomismosolo coincido en lo de cuatro y la sexta, porque mucho progre "iluminado" hay por ahí. 
    Miguel, jo no sé de dónde eres, pero me cuesta traducir siempre lo que escribes en el traductor de google. Y ya qué es una web enfocada al ámbito nacional, se podría hablar en castellano, que es el idioma en el que nos entendemos todos.

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  9. El celibato es no entregar el corazón a nadie, o quizá sí que lo entregas a una persona en tu fuero interno, y vives con tensión constante porque amas tu trabajo y tu vocación, pero también tu naturaleza humana te impulsa a recibir y dar amor exclusivamente a una persona, sentir su abrazo, son consuelo, su felicidad, ver su sonrisa... Me temo que el celibato no es no entregar el corazón, sino privarte del derecho a la autenticidad de darlo, de sentir por unas normas impuestas por los hombres, si fuera lo contrario ¿de dónde el miedo de la jerarquía al celibato opcional?

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  10.  Vaaaaaaamo a vé! Aquí no se trata ni de progres, ni de Sexta, ni del País, ni de nada de eso sino de encontrar juntos la Verdad que deja lo otro a la altura del betún. NO debe haber ningún enfrentamiento: estamos hablando para esclarecer juntos, lo cual es genial, por otra parte.

    Dicho esto, intento explicar de nuevo más concisamente mi posición:

    El celibato es bueno, recomendable y establecido como necesario por la Iglesia Católica. Yo comparto esta opinión y la argumento desde mi punto de vista:

    He leído vuestros comentarios y me gustaría destacar algunos aspectos:

    Primero que nada: en un ser humano ningún sentimiento o naturaleza humana prima por encima de su libertad, luego puede y debe elegir.

    En segundo lugar: hagamos un análisis científicamente lógico: es innegable que el que no dedica TODO a Dios y a su intermediación con los hombres, le dedicará menos que todo; si le dedico menos que todo, soy menos eficiente. El Sacerdote Católico está llamado a entregarse COMPLETAMENTE a Dios para dedicarse exclusivamente a la vocación a la que ha sido llamado: acercar a Dios a los humanos y a los humanos a Dios. Si comparto dos vocaciones, no puedo servir al 100% a ninguna de las dos, en el caso de que hubiera un matrimonio en paralelo. Todos estamos llamados a evangelizar puesto que todos somos sacerdotes, profetas y reyes. Pero hay algunos llamados por Dios para un ministerio especial.

    En tercer lugar: por supuesto que la naturaleza humana me impulsa a buscar a otra persona con la que compartir mi vida y toda la riqueza del matrimonio que no voy a pararme a comentar aquí, como algo natural y bueno. Pero también por supuesto, es igual de naturaleza humana comprometerme libre y exclusivamente a una llamada especial que de Dios que pueda percibir una persona. Digo que es igual de naturaleza humana porque la libertad del espíritu también es naturaleza humana y prima sobre todas las demás condiciones y cualidades humanas.
    Esta libertad implica elección; esta elección implica rechazo a las demás opciones en los casos en que la opción requiera darlo todo de mí a la causa de mi elección. Nuestro caso es una opción de este tipo. También rechazamos otras opciones cuando acepatamos otras vocaciones, como el matrimonio.

    Por otro lado y como ya he dicho, pienso que muchos sacerdotes podrían hablarnos de varios buenos y bellos aspectos más del celibato que yo no soy capaz de explicar pero que intuyo se añaden a lo que ya he expuesto.

    ¡Ánimo colegas! ¡Todo esto es muy grande!

    :-)
     

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  11.  Hola Enrique,

    algunos comentarios a tu entrada:

    algunas costumbres son buenas si están basadas en razones correctas ¿no?
    No todo lo que es costumbre no tiene por que ser malo. Y luego, no tiene porque ser una
    costumbre ciega en sí misma aunque haya podido serlo en algunos tiempos o personas incluso hoy en día. Sobretodo hoy, puede ser una costumbre vidente. Podría ser también ciego el hecho de rechazarlo como algo negativo en cambio.

    La Iglesia crece y aprende. Puede que lo que aprendió y decidió después de 1000 años de experiencia (o los que sean), fuera bueno.

    Y algo sobre Pedro: justamente él es quien dice a Jesús: "Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos pues?" Mt (19, 27)

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